¡Vaya semanita! Casos de corrupción político/urbanística por allí, luchas fraticidas por el poder en la Caja por aquí y por si fuera poco el proletariado futbolístico del extrarradio rompiendo a trizas el nuevo juguete de 250MM€ del amigo Florentino.
En lo nuestro tampoco parece que avancemos ya que mientras unos se dedican a “echar a la puta calle” (con perdón) a todo aquél que no esté en sintonía con la Verdad, los otros se afanan en tapar las miserias propias que son portada día tras día en todos los diarios nacionales.
Total que después de media hora en el atasco escuchando la radio uno llega al trabajo “cabreado como una mona”. He de reconocer que se añora a los de Gomaespuma (Guillermo Fesser y Juan Luis Cano) y su maravillosa forma de contar las noticias. Sniff.
Bueno. Ya es viernes y toca vaciar el buzón de los correos, que tenemos varios, ¿no? El del Outlook que a estas alturas de la semana no baja de 300 sin leer. Paro para reflexión. ¿Por qué confundimos el trabajo con las herramientas? A ver. En simple. El trabajo es el que es y el contestar correos no es el trabajo. El correo es una herramienta más pero no conozco a nadie que hace 15 años pensará que mandar fax era su trabajo. ¿Queda claro? Pues parece que no. Algo habrá que hacer…
Venga, la valija (correo interno de la Compañía). Poca novedad. El comercial de turno que devuelve los objetivos firmados, 2 o 3 sentencias y varios autos de lo Social que ya habíamos revisado con anterioridad en pdf, y los contratos de trabajo para firmar.
Ahora el otro correo, el tradicional. Éste hoy también es prolijo, pero no por estupidez, más bien por desidia. Tengo almacenado el de las 2 últimas semanas. Hagamos montones; a la izquierda Cv, al centro facturas de partners y a la derecha invitaciones a seminarios, ponencias y cursos de diversa índole.
De menor a mayor; seguimos con el ajuste en gastos por lo que pocas facturas, el nivel de historiales se mantiene estable dentro del volumen alto y el tercer montón lleva unos meses que crece y crece. Veamos que se está cociendo por ahí fuera. Tras media hora abriendo prospectos y sobres la temática parece que está cambiando. Así, hemos pasado del inefable “Gestión en Tiempos de Crisis” al “El Día después de la Crisis”.
Por fin una buena noticia. Reflexionemos: ¿hemos aprendido algo durante estos largos y duros meses? Y lo que es más importante ¿estamos preparados para recibir esta buena nueva?
Pues muy a mi pesar: va a ser que no.
Si entrar en grandes diatribas y en lo que respecta a las Compañías Industriales la caída masiva del consumo supuso que nuestras fábricas tuvieran una capacidad ociosa inasumible en términos de coste. Esto nos llevó a la necesidad de ajustar las plantillas a la producción demandada y como en aquí no tenemos flexibilidad real pues ERE que te ERE.
Hoy algunos tenemos, gracias a Dios, un repunte en ventas que nos permite colocar las Fábricas en niveles de producción “sensatos” que permiten absorber con cierta facilidad los costes fijos. Es ahí cuando sucumbimos ante la primera tentación como es volver a contratar a los que con mucho esfuerzo por parte de todos (Sindicatos y Banco Empresarial) acaban de salir. Con lo que en menos de 2 años hemos hecho el viaje completo: cielo – infierno – cielo.
Esto no es racional y carece de criterio. Actuar de esta manera es no haber aprendido nada o lo que es peor no haberlo entendido. Seguimos con el pensamiento referencial. Ignorancia en estado puro. En castellano: idiotez.
Ahora es tiempo de pensar en base a la experiencia, que dicho sea, está muy cercana. Utilicemos nuestras vivencias de ayer mismo. Lo que los anglosajones llaman “learning by doing”. Pongamos en práctica las competencias aprendidas y tendremos un nuevo pensamiento basado en el conocimiento profundo de la realidad que aumentará tanto la eficacia como la eficiencia de nuestras acciones. Utilicemos el Pensamiento Estratégico como herramienta de éxito que, con la experiencia y conocimiento acumulado en los problemas pasados, nos ayude a comprender los desafíos futuros. No caigamos otra vez en el error. (nota: para los muy interesado en el Pensamiento Estratégico recomiendo la lectura de “El proceso estratégico: concepto, contexto y casos” de Henry Mintzberg y otros).
La mano de obra en España ya no es lo barata que fue en su día y los costes de reestructuración son los mas altos de la Zona Euro. Esta es la realidad y no podemos influir en ella. Es el escenario y no parece que vaya a cambiar por el momento. Hemos dejado de ser competitivos en esta parte del juego.
Pero hermanos cantarines, no debemos quedarnos de brazos cruzados esperando que un repunte de la crisis vuelva a asfixiarnos. Hay que aprovechar el momento proponiendo a Nuestros Mayores ideas basadas en otros factores alejadas del humano. Luchemos desde RRHH por conseguir inversiones para nuestras localizaciones y propongamos un cambio del modelo basado en la tecnificación de instalaciones y personal. Aglutinemos a todas las mentes creativas y colaboremos en el diseño de una perspectiva común que haga progresar al Negocio de una manera satisfactoria para todos los agentes implicados.
En lo nuestro tampoco parece que avancemos ya que mientras unos se dedican a “echar a la puta calle” (con perdón) a todo aquél que no esté en sintonía con la Verdad, los otros se afanan en tapar las miserias propias que son portada día tras día en todos los diarios nacionales.
Total que después de media hora en el atasco escuchando la radio uno llega al trabajo “cabreado como una mona”. He de reconocer que se añora a los de Gomaespuma (Guillermo Fesser y Juan Luis Cano) y su maravillosa forma de contar las noticias. Sniff.
Bueno. Ya es viernes y toca vaciar el buzón de los correos, que tenemos varios, ¿no? El del Outlook que a estas alturas de la semana no baja de 300 sin leer. Paro para reflexión. ¿Por qué confundimos el trabajo con las herramientas? A ver. En simple. El trabajo es el que es y el contestar correos no es el trabajo. El correo es una herramienta más pero no conozco a nadie que hace 15 años pensará que mandar fax era su trabajo. ¿Queda claro? Pues parece que no. Algo habrá que hacer…
Venga, la valija (correo interno de la Compañía). Poca novedad. El comercial de turno que devuelve los objetivos firmados, 2 o 3 sentencias y varios autos de lo Social que ya habíamos revisado con anterioridad en pdf, y los contratos de trabajo para firmar.
Ahora el otro correo, el tradicional. Éste hoy también es prolijo, pero no por estupidez, más bien por desidia. Tengo almacenado el de las 2 últimas semanas. Hagamos montones; a la izquierda Cv, al centro facturas de partners y a la derecha invitaciones a seminarios, ponencias y cursos de diversa índole.
De menor a mayor; seguimos con el ajuste en gastos por lo que pocas facturas, el nivel de historiales se mantiene estable dentro del volumen alto y el tercer montón lleva unos meses que crece y crece. Veamos que se está cociendo por ahí fuera. Tras media hora abriendo prospectos y sobres la temática parece que está cambiando. Así, hemos pasado del inefable “Gestión en Tiempos de Crisis” al “El Día después de la Crisis”.
Por fin una buena noticia. Reflexionemos: ¿hemos aprendido algo durante estos largos y duros meses? Y lo que es más importante ¿estamos preparados para recibir esta buena nueva?
Pues muy a mi pesar: va a ser que no.
Si entrar en grandes diatribas y en lo que respecta a las Compañías Industriales la caída masiva del consumo supuso que nuestras fábricas tuvieran una capacidad ociosa inasumible en términos de coste. Esto nos llevó a la necesidad de ajustar las plantillas a la producción demandada y como en aquí no tenemos flexibilidad real pues ERE que te ERE.
Hoy algunos tenemos, gracias a Dios, un repunte en ventas que nos permite colocar las Fábricas en niveles de producción “sensatos” que permiten absorber con cierta facilidad los costes fijos. Es ahí cuando sucumbimos ante la primera tentación como es volver a contratar a los que con mucho esfuerzo por parte de todos (Sindicatos y Banco Empresarial) acaban de salir. Con lo que en menos de 2 años hemos hecho el viaje completo: cielo – infierno – cielo.
Esto no es racional y carece de criterio. Actuar de esta manera es no haber aprendido nada o lo que es peor no haberlo entendido. Seguimos con el pensamiento referencial. Ignorancia en estado puro. En castellano: idiotez.
Ahora es tiempo de pensar en base a la experiencia, que dicho sea, está muy cercana. Utilicemos nuestras vivencias de ayer mismo. Lo que los anglosajones llaman “learning by doing”. Pongamos en práctica las competencias aprendidas y tendremos un nuevo pensamiento basado en el conocimiento profundo de la realidad que aumentará tanto la eficacia como la eficiencia de nuestras acciones. Utilicemos el Pensamiento Estratégico como herramienta de éxito que, con la experiencia y conocimiento acumulado en los problemas pasados, nos ayude a comprender los desafíos futuros. No caigamos otra vez en el error. (nota: para los muy interesado en el Pensamiento Estratégico recomiendo la lectura de “El proceso estratégico: concepto, contexto y casos” de Henry Mintzberg y otros).
La mano de obra en España ya no es lo barata que fue en su día y los costes de reestructuración son los mas altos de la Zona Euro. Esta es la realidad y no podemos influir en ella. Es el escenario y no parece que vaya a cambiar por el momento. Hemos dejado de ser competitivos en esta parte del juego.
Pero hermanos cantarines, no debemos quedarnos de brazos cruzados esperando que un repunte de la crisis vuelva a asfixiarnos. Hay que aprovechar el momento proponiendo a Nuestros Mayores ideas basadas en otros factores alejadas del humano. Luchemos desde RRHH por conseguir inversiones para nuestras localizaciones y propongamos un cambio del modelo basado en la tecnificación de instalaciones y personal. Aglutinemos a todas las mentes creativas y colaboremos en el diseño de una perspectiva común que haga progresar al Negocio de una manera satisfactoria para todos los agentes implicados.
Ese es el camino. Hay que aprovechar la ocasión. Como decimos en Santander: “al menor rayo de sol corriendo a la playa no vaya a ser que no dure mucho”.
Pensemos en grande, soñemos en technicolor y trabajemos como mulos que en esto los españoles somos grandes. Es el momento y nuestro turno. Los trabajadores nos lo agradecerán y quizás también nuestras Compañías.
Por cierto, como para este viaje necesitaremos la llegada a las organizaciones de nuevos talentos, vaticino que la lucha volverá a ser encarnizada. Cantarines, amigos y compañeros de RRHH aprendamos algo de los pasados “boom” y pongamos un poquito de coherencia y de nuevo de criterio. Esto os lo pido por favor.
Como decía al principio: “Vuela Alto” (La Carretera. Julio Iglesias 1995)
Pensemos en grande, soñemos en technicolor y trabajemos como mulos que en esto los españoles somos grandes. Es el momento y nuestro turno. Los trabajadores nos lo agradecerán y quizás también nuestras Compañías.
Por cierto, como para este viaje necesitaremos la llegada a las organizaciones de nuevos talentos, vaticino que la lucha volverá a ser encarnizada. Cantarines, amigos y compañeros de RRHH aprendamos algo de los pasados “boom” y pongamos un poquito de coherencia y de nuevo de criterio. Esto os lo pido por favor.
Como decía al principio: “Vuela Alto” (La Carretera. Julio Iglesias 1995)