viernes, 2 de octubre de 2009

SACA LA LENGUA



A la paz de Dios hermanos cantarines. Continuamos con el pollo.

Básico de supervivencia en multinacionales número 2: “Mantener el criterio y si es posible la independencia”.

Os lo anuncié. Hoy mi parte preferida, el muslo. Difícil ¿eh?. Que levante la mano el que no se ha traicionado como mínimo una vez. Es complicado no hacerlo y sólo los mejores tienen el secreto para evitarlo. Ellos pueden mantenerse al timón cuando arrecia el temporal porque cuando la mar está en calma… madre mía ¡Cuantos capitanes!.

Todo lo que está vivo cuanto menos vibra. Las cosas cambian, y ese cambio constante hace difícil reconocer la realidad entre tanta ficción. Por si ello fuera poco la denominada “clase sándwich”, a la que muchos pertenecemos, tiene una difícil posición en la estructura jerárquica de las organizaciones multinacionales. Es cierto que disponemos de información pero también lo es que muchas veces la información que manejamos no pasa de ser un cúmulo de datos de muy difícil interpretación.

Es ahí cuando, olvidándonos de la razón, caemos en la continua especulación. Y eso desgasta y mucho. Las tertulias del café matinal se juntan con las confesiones clandestinas en los despachos y éstas con las comidas en la que se imaginan golpes de estado al poder establecido. Por la tarde contestar el correo y rápido al bar a seguir insidiando, que la ginebra con tónica es un buen estimulante para esto de los contubernios.

Mientras unos hablan otros trabajan la tan de moda “flexibilidad”. ¡Madre mía! Ni Nadia Comaneci en Montreal. Los más avanzados con las rodilleras de combate siempre puestas y dispuestas, no llame el Jefe y me pille de improviso.

También los hay que no levantan la cabeza no vaya alguien a darse cuenta de que están, porque lo suyo es estar. El premio: la paga de antigüedad en la que cada año inexorablemente cuenta, independientemente de lo que haya acontecido. La lotería del necio, que siempre toca.

Seguro que Rosendo Mercado hoy adaptaría el clásico y cantaría en su Carabanchel natal: “Maneras de Sobrevivir”.

Poco aliciente tiene la cosa. Ningún motivo para madrugar cuando no se tiene la obligación de fichar.

Pero el remedio es más sencillo de lo que pensamos. Mi propuesta es crear grupos de colaboradores. Organicémosles, pongámosles un objetivo común, elijamos un líder entre los miembros y “Voilá” tenemos un equipo. En este punto apostemos por lo contrario a lo común, vayamos contra corriente. Fomentemos la independencia y eliminemos el miedo al error. De esa libertad de pensamiento, pronostico, surgirá el CRITERIO con mayúsculas.

Con criterio, al igual que con un Ferrari en la puerta del Pachá, es más fácil triunfar.

Y seremos felices y comeremos el “Coronation Chicken” que es el plato que se sirvió en el banquete de celebración de la Coronación de la Reina Isabel II de Inglaterra. Para los pudientes, que se que algunos lo sois, lo tenéis entre las nuevas propuestas del Restaurante Jockey de Madrid y se trata de bastones de pollo cocido con curry, albaricoque y varios “chutneys” (normalmente, tomate y mango). Como guarnición lleva espárragos verdes y uvas. Pura elegancia.

Una cosa más antes de terminar; los problemas. Los habrá seguro. Como esto sólo lo leen Españoles huelga explicar que a nosotros no nos gustan ni las referencias ni las gentes felices. Aquí somos más de Quijotes que molestan poco salvo que uno sea molino o posadero. Lo mejor de los triunfadores es que tarde o temprano pierden y quedan a merced de las críticas. ¿Hacemos memoria? Resulta innecesario. Pues con el cuarto de pollo de hoy pasa lo mismo, que es tan sabroso que se convierte en plato estrella dentro del menú del restaurante.

Y cuanto más lo piden los clientes, más gordo cae en la cocina y al final entre unos y otros terminan por quitarlo en la carta de la siguiente temporada.

Aquí los de RRHH por desgracia poco podemos hacer más que sintiéndonos huérfanos, como aquél Oliver Twist de Dickens, buscarnos la vida cada mañana al levantarnos.

Suerte para ellos en sus nuevas singladuras. La tendrán allá donde paren porque se la merecen y se la trabajan día a día con su irreverencia e inconformismo. Que sigan disfrutando del baile mientras la canción suene que yo siempre recordaré su criterio e independencia.

Benditos sean.

Como decía al principio: “Saca la lengua” (Los Ronaldos, 1988)

No hay comentarios:

Publicar un comentario