ADIÓS A ESPAÑA

Durante esta semana el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero recibió a Monseñor Manuel Monteiro. El motivo no era otro que la despedida oficial de España del Nuncio de Su Santidad. Para los curiosos añadir que en breve será nombrado Secretario del Dicasterio de los Obispos.

Y ¿por qué traigo esto a vuestra canción? Pues por lo dicho en la rueda de prensa posterior a la reunión. En ella Monseñor hizo público su consejo al Sr. Rodríguez: “Le he recomendado: trabajar, leer y rezar”.

¡Vaya con el Embajador Vaticano!. Como las tira. Y eso que es portugués y por lo tanto medio hermano.

Si escruto la recomendación desde una perspectiva profesional , para mí, impecable. Por el contrario si me pongo existencialista me faltan otras 2: disfrutar de la familia y amigos, y practicar deporte.

Pero que nadie se asuste que hoy no toca "Dicasterio de Doctrina".

Sigo o mejor retomo y me centro en el asunto.

De la máxima cristiana de la Orden Monástica Benedictina “Ora et labora” al recién acuñado “Trabaja, lee y reza”. Lo digo de nuevo: me encanta.

Si todos trabajásemos, leyéramos y rezásemos más de lo que lo hacemos otro gallo cantaría. O ¿no? Si señor Rodríguez, escuche el consejo independientemente del origen del mismo. Hay que trabajar, hay que leer y hay que encomendarse a un credo.

Ahora auto-evaluación y como “el socialismo empieza por uno mismo” voy por delante.

Hay días en los que me voy a casa pensando que no me he ganado el sueldo. Curiosamente suelen coincidir con los que más tarde salgo de la oficina.

Es cierto que a menudo tengo la sensación de que me estoy “atocinando” y que la vorágine cotidiana me impide estudiar en profundidad las nuevas normativas y ponerme al día de las últimas tendencias en el campo de los RRHH.

Y de Santa Bárbara me acuerdo cuando truena, como casi todos.

En definitiva y por proximidad ni rezo, ni leo y ni trabajo.

Como todo es relativo de manera inversa también podría decir que:

Hay días en los que a las 11.00 de la mañana ya me he ganado el sueldo (permitirme la inmodestia) pero intento continuar la jornada laboral con más empeño si cabe.

Estas vacaciones han pasado por mis manos algunos libros y 2 o 3 montones de revistas. También he coleccionado no sé cuántos cupones para conseguir no sé qué aparato sin el que no se puede vivir. Como los cupones tienen la desagradable costumbre de venir en el periódico quien se resiste a ojearlo. A más a más y como decía San Agustín “el que escribe lee 3 veces” y yo que soy Agustino escribo y escribo. Resumiendo, entre las 6 que me llevo por escribir, el diario a diario, las revistas y los libros lo que me maravilla es de dónde he sacado tiempo para hacer otras cosas.

Por último a veces me sorprendo a mi mismo encomendándome a la devoción mariana en su representación de la Virgen del Rocío.

¿En qué quedamos? Pues en eso; que nunca se trabaja, lee o reza lo suficiente.

Lean Ustedes, pongan en práctica lo aprendido traspirando en sus oficios y por último y como complemento recen un poquito que en estos momentos cualquier ayuda es bienvenida.

Algunos le echaremos de menos Monseñor. Vaya con Dios.

Como decía al principio: “Adiós a España” (Antonio Molina, canción incluída en la película el Pescador de Coplas 1953)