sábado, 12 de diciembre de 2009

TIEMPO PEQUEÑO

Esto va demasiado rápido incluso para un tipo como yo. Vale que lo único seguro es el “Cambio” pero es que no tengo tiempo para asimilar lo cambiado cuando ya estoy recibiendo instrucciones para el siguiente proyecto. Necesito parar y chequear que vamos en la dirección correcta. Así no.

Los proyectos finalizan cuando se alcanzan los objetivos no cuando se ponen en marcha, y tengo la sensación de que cualquier día nos equivocamos de pista y metemos a los payasos con los leones, mientras que ponemos al domador a vender globos en la platea. No y no. Necesito un poquito de Slow aunque el dichoso corrector del Word se empeñe en cambiarlo por Show (imagino que será porque también es un producto made in USA). Que no, que ya vale de shows por este año. Ahora toca revisar todo lo hecho, sacar conclusiones y apuntar los errores cometidos. Conozco a un Director Comercial que recuerda al equipo en todas sus presentaciones: “Los Comerciales no tenemos ni pasado, ni presente, sólo futuro”. Podéis imaginar que el tipo es grande como Director, grande como Comercial y más grande como Persona y como Amigo.

Pues nosotros, los de RRHH, lo mismo. Lo bien hecho en este año no vale para nada y no cuenta, los errores sí, no podemos repetirlos. Ahora hay que preparar la musculatura de la Compañía para el FY11 que, pronostico, será Año Olímpico. Y para este fin necesito un poquito de Slow. Lo explico.

Situémonos en la ciudad de Roma en 1986. La cadena multinacional Mcdonalds ha decidido abrir un establecimiento de comida rápida en la Plaza de España. Es entonces cuando un periodista llamado Carlo Petrini decide fundar el movimiento Slow Food en respuesta a la Fast Food exportada de allende los mares. Lo que se propugna es disfrutar de la comida y la bebida autóctona y no resignarse al mero acto nutricional o de aporte de calorías y vitaminas. Todo ello bien acompañado ya que un buen ágape es el lugar perfecto para interactuar con nuestros semejantes.

Y desde entonces, hace ahora más de 20 años, han surgido varios movimientos pero siempre de una manera LENTA. Así, tenemos las Slow Cities para bien vivir, el Slow Schooling para la educación de nuestros pequeños, el Slow Sex para los no tan pequeños y, cómo no, el SLOW WORK para vosotros amigos cantarines.
Nota: Para los interesados en bucear en el fenómeno slow:
http://www.worktolive.com/

No os asustéis con el vocablo. No estamos hablando de trabajar más lento. Lo que se propugna es tener una actitud más pausada basada en la razón. Tampoco se trata de actuar con desinterés, más bien lo que se propone es ralentizar la jornada laboral con el objetivo de mejorar la productividad. O ¿garantiza una larga jornada una buena producción en términos de eficacia y eficiencia? ¿A que no?.

De lo que estoy hablando es de flexibilidad. Hay que adaptarse a las necesidades actuales porque nuestros trabajadores viven en la actualidad. Las jornadas maratonianas ya poco tienen de ejemplo para nadie y como he escrito en otros post debemos facilitar la conciliación entre los 2 paraísos: el profesional y el personal. Es necesario contextualizar nuestras funciones y adecuarlas a la realidad social. En resumen, debemos diseñar políticas y crear planos sociales que satisfagan las demandas de nuestros trabajadores.

Es obvio que una canción de Revolver ( 4 min.) no dura lo mismo que el Concierto de Brandenburgo nº1 en fa mayor de Johann Sebastián Bach( más de 17 minutos con su Allegro, Adagio, Allegro y Menuetto). Pero decidme ¿Cuál es mejor? Son distintos y cada uno tiene su momento si tenemos educado el oído.

De eso se trata: de educación, de cambio de reglas y de comportamientos, de novación de los métodos en la forma de medir el rendimiento de nuestros trabajadores. En definitiva: de un nuevo CRITERIO.

Como estamos en vísperas de navidad, termino con 2 recomendaciones para vuestros regalos: “Elogio de la Lentitud” de Carl Honoré que os acercará un poco más a la Filosofía Slow desde una perspectiva genérica y, un libro genial de un experto en Coaching llamado Joe Robinson titulado “Work to Live” que recoge todo lo bueno del Slow Work.

Como decía al principio: “Tiempo Pequeño” (Revolver 2009).
TIEMPO PEQUEÑO


4 comentarios:

  1. También coincidimos en este “nuevo criterio”, (difícil de explicar)he realizado un pequeño artículo sobre lo que podría ser el uso de Internet en la Empresa. Hablo de la conciliación de esos dos paraísos. El trabajador necesita tiempos, momentos slow, para desarrollar sus cosas. De esta manera integra el tiempo de trabajo como tiempo de su vida. Y se vuelve más productivo.
    Está para llevar a la imprenta. Cuando lo entregue a mi RH, se lo envío.

    Á fj´

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  2. Deja de perder el tiempo querido. Déjate de slows y de palabros y ponte a hacer algo útil.

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  3. Buenos días Áfj´,
    pues esperamos ese trabajo y lo pondremos en común.

    Saluodos,

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  4. Hola Anónimo,
    seguro que en algo coincido con alguien que utiliza la palabra "querido" al referirse a mi. Imagino que no volverás a acercarte y perder tu tiempo en la lectura de este blog, por lo que puede que esté cantando al viento. Aún así permítame 2 recomendaciones:
    1.- Mantenga esa curiosida que le ha acercado a Tu Canción.
    2.- Utilice su tiempo en leer cosas útiles.

    Un saludo

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