sábado, 20 de febrero de 2010

ME GUSTA LO QUE SOY

La Copa vuelve a casa de donde nunca debió de salir, eso sí 15 años después. Posiblemente la mayoría de vosotros todavía no sabéis de qué estoy hablando. Se trata de la Copa América (America´s Cup) y de cómo el sindicato Oracle la ha ganado para el GGYC de San Francisco (Club de Yates Golden Gate).

Se me hace curioso comprobar cómo la cultura anglosajona es superior a la nuestra en esto de preservar las tradiciones. Los estadounidenses son capaces de crear un pasaje histórico entorno a casi cualquier cosa. Os pongo un ejemplo. Cuando uno llega a Filadelpfia y pregunta los sitios de interés a visitar hay 2 que parecerán con seguridad: la Campana de la Libertad (Ringing Bell) y la escalinata del Museo de Arte donde Rocky Balboa entrenaba cada mañana (por cierto que la horrible estatua ha sido por fin quitada del emplazamiento y colocada en la puerta del Linconl Financial Center que es el estadio donde juegan los Eagles de la NFL). Que nadie se ofenda pero esto es casi lo mismo que poner una estatua de Torrente en la antigua Red de San Luis (principio de la calle Montera de Madrid).

Retomando el asunto, la semana pasada se celebró en aguas de Valencia la 33 edición de la Copa América. Entiendo que el tema interese poco por aquí ya que en los 159 años de historia nunca un Club de Yates nuestro ha logrado ganarla.

Los españoles siempre hemos tenido tradición de navegantes y todos nos acordamos de los éxitos deportivos de los Doreste, Zulueta, Echavarri y etc. Basta con recordar como la vela es el deporte que más medallas olímpicas 17 y más oros 11, ha logrado para nuestro país. Además, la piel de toro está plagada de magníficos Clubs de Regatas y Escuelas de Vela. Como ilustración, aquí en Santander y a pesar del clima tenemos el "CEAR de Vela Príncipe Felipe" que es referente a nivel internacional (hace poco se celebró en aguas de la Bahía el Campeonato del Mundo de Vela J80, por poco que le guste la “Clase” a mi amigo Luisma San Martín que es, según dicen las malas lenguas, el mejor “proa” de Santander).

La cosa, digo la de no haber ganado aún la copa, tiene su razón y es que en las 33 ediciones celebradas sólo 3 países además de USA han conseguido el triunfo; Australia, Nueva Zelanda y Suiza. En el debe de los suizos hay que decir que la obtuvieron con la colaboración de Russell Coutts (neozelandés de nacimiento) que está considerado como el mejor regatista del mundo. Este "kiwi", después de protagonizar una sonada bronca con el Patrón del Alignhi y ser contratado por la competencia, es el que acaba de recuperar el trofeo para USA.
La Copa América o Copa de las Cien Guineas (porque éste fue el precio que se pagó por el trofeo de plata en 1848) se disputó por primera vez en 1851 y fue ganada por la Goleta “América” de ahí su nombre. Para los que somos aficionados a la naútica es referente como puede ser la Copa de Europa al fútbol o la Ryder Cup al golf.

No quiero aburriros pero hay 2 notas que son importantes:
1.- El denominado “Deed of Gift” que es el documento básico que recoge las normas de la competición. Se trata de un contrato firmado en 1887 por G. Scxhuyler y el Club de Yates de Nueva York por el que el Club recibía el trofeo en fideicomiso con la obligación de ponerlo en juego frente a competidores de otros países bajo unas determinadas condiciones. Sigue desde entonces sin variación excepto 2 pequeñas enmiendas realizadas por el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York referentes a que los barcos han de ser oceánicos y no fluviales y a la parte del año declarada hábil para la regata en cada hemisferio.
2.- Si la primera tiene historia la segunda es si cabe mejor y es el dicho: “No hay Segundo”. La ánedocta nace de la primera regata en la que la Reina Victoria de Inglaterra preguntó cuál era el barco que iba primero a lo que se le contestó: “la Goleta América, Majestad”. Inmediatamente preguntó de nuevo: “y ¿el segundo?”. “Majestad, no hay segundo”, fue la respuesta.

Y es aquí donde enlazo con lo nuestro. Es claro que la filosofía de no hay segundo está cada día más presente en el mundo empresarial. Y posiblemente sea bueno si se toma con medida. La situación es extrema por lo competitivo y muchas veces sólo hay hueco para uno. Pero junto a esta filosofía debe necesariamente convivir lo recogido en el punto 1. Como en el “Deep of gift” es imprescindible respetar el pasado y las tradiciones. Esto no quiere decir que nos sometamos a ellas y terminemos viviendo en un mundo de “pensamiento referencial” pero tampoco todo lo nuevo es necesaria e impepinablemente mejor.

Demasiadas veces caemos en la trampa de dejarnos deslumbrar por un nuevo agente, una nueva forma de ver las cosas, un estilo rompedor en los haceres y olvidamos dónde se encuentra la esencia que ha hecho perdurar a la Compañía a lo largo de los siglos.

En mi concepción, no se deben de gestionar las personas por "lo que hacen (pasaCursivado)" sino por "lo que pueden hacer (futuro)" pero es en lo hecho hasta la fecha dónde necesariamente debemos establecer el punto de partida.

La propuesta en este caso para las Compañías Multinacionales Anglosajonas es que propaguen a igualdad de volumen su Deep of Gift y la filosofía del no hay segundo. Dicho en castellano; si queremos un nuevo futuro, debemos respetar el pasado.

Como decía al principio: “Me gusta lo que soy” (El Arrebato 2003).

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